El ambiente acogedor del hotel, junto con los salones de estar con chimenea, crea un espacio perfecto para relajarse después de un día explorando los hermosos jardines.

Desafortunadamente, el maître del restaurante no estaba a la altura del resto del personal, ya que mostró falta de categoría y clase en su atención hacia los comensales.

Cerca del centro termal, disfruté de la impresionante vista desde la piscina en la azotea. El menú de almuerzo era algo limitado.

Desayuno excepcional con vistas

Desperté con el aroma de pan recién horneado en el desayuno, disfruté de una atención al cliente casi familiar. Las piscinas ofrecen vistas increíbles.

El menú del almuerzo podría tener más variedad, ya que se sentía un poco limitado durante nuestra estadía.

chateau de riell tiene un ambiente encantador, con habitaciones que destilan un auténtico estilo francés y vistas impresionantes a las montañas. el personal es amabilísimo, siempre dispuesto a complacer, ya sea en el bar lounge o en el spa. el desayuno simplemente delicioso!

el wifi puede ser algo inestable 😅.

No olvides pedir una mesa en "dacha" para el desayuno. las vistas son espectaculares y es un lugar perfecto para empezar el día.

Ubicación espectacular con vistas a las montañas. Habitaciones cómodas y bien decoradas. El desayuno rinde, pero el restaurante puede mejorar. Gente amable, siempre dispuestos a ayudar. Ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza.

Disfruté de un ambiente acogedor y del servicio de limpieza impecable. Las habitaciones eran únicas y tenían un aire histórico fascinante. La piscina en la azotea y su vista eran simplemente impresionantes.

Sin embargo, el restaurante podría ofrecer más opciones en su menú.

Un hotel encantador con vistas espectaculares y habitaciones únicas. La decoración es de ensueño y el entorno, ideal para desconectar. Además, ¡los masajes no son nada de lo que quejarse!

El desayuno era tan pequeño que hasta mi sombra se quedó con hambre. ¡Qué desilusión!

un lugar mágico con vistas impresionantes y un desayuno increíble que no puedes perderte

Chateau De Riell es un verdadero hechizo. Desde la llegada, el ambiente te envuelve con su serenidad y belleza. Disfruté de la vista espectacular desde mi habitación y quedé fascinado por el gourmet brunch. Las instalaciones son perfectas, especialmente la piscina en la azotea que ofrece vistas inolvidables a las montañas. El personal es increíblemente amable y servicial. Sin duda, una experiencia que nunca olvidaré.

La habitación era enorme y muy cómoda, la cama se sentía como un sueño. El baño era precioso y el diseño histórico realmente añade un toque especial. Solo me decepcionó un poco que la TV era bastante pequeña. Pero, en general, la experiencia fue increíble y me sentí muy a gusto.

recomiendo este hotel, es total for un momento fugaz

Encantador hotel, espectacular entorno, disfruté de una habitación muy cómoda con detalles de un estilo francés que te transporta y del servicio amable del personal, además, el acceso a internet gratuito en las habitaciones hizo que mantenerme conectado fuera fácil.

Estoy totalmente satisfecho